domingo, 27 de septiembre de 2015

Las tres Aes del cielo


Son tiempos trascendentales los que vivimos,  y la forma cómo se está dando nuestro despertar, depende mucho de los pensamientos que manejamos y de nuestra actitud; entendiendo, mejorando y asumiendo posiciones muy diferentes a las que usualmente estábamos acostumbrados. Clave en todo esto, es que de alguna manera todos estamos cerrando ciclos y en su interior, cada uno ya sabe cuáles son esos procesos que debe clausurar.
Apoyados por los ángeles, contamos con tres poderosas herramientas Divinas para entregar, soltar y cerrar. Ellas son las tres Aes del cielo: Aceptación, Agradecimiento y Amor propio.

Acepta
Una ley espiritual dice: “cuando algo termina, termina”. No te desgastes entonces preguntándote el por qué. Simplemente, si algo finalizó en tu vida, es para tu evolución y tenía que ser así. Además, detrás de cada cosa que ocurre, está la perfección Divina. Por lo tanto es mejor aceptar, dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecido con la experiencia. Tu resistencia solo hace más difícil y demorado el proceso ya que el tiempo que tarda cada quien en sanar es su propia decisión. Lo que pasó, pasó y ya. Cuando aceptas que todo lo que sucede tiene un fin (que más adelante descubrirás), que todos podemos equivocarnos, que por ejemplo en términos de relaciones interpersonales, el otro tiene el derecho también, al igual que tú, de decidir si quiere estar contigo y comprendes que el desenlace nada tiene que ver con tu valor o tu autoestima, que si la otra persona no desea estar más no es porque no le hayas aportado o no valgas lo suficiente; y en definitiva, cuando te aceptas a ti mismo incondicionalmente, empiezas a observar todas las situaciones, las cosas y a las personas desde otra perspectiva más armoniosa, amorosa, equilibrada y más feliz.
Aún así, algunas emociones como el enojo, la tristeza o la decepción hacen parte del proceso normal de cierre de cualquier ciclo. Lo importante es que las elabores y que jamás te ancles en ellas. Naciste con todo el potencial requerido para salir victorioso de cualquier situación.


Agradece
Aunque en el momento no halles la bendición, te aseguro que hay más de una, detéctalas. Si te es posible, hoy mismo, regálate un tiempo; en el silencio de tu habitación por ejemplo, relaja tu mente, cuerpo y corazón. Recuerda que en tranquilidad se escucha más fácilmente la guía celestial. Respira profundo y lentamente varias veces y conéctate con tus ángeles custodios. En su compañía agradece al Padre todo lo bueno que tienes y pídeles que te ayuden a encontrar la luz y la bondad en todo esto y a desapegarte.
Da las gracias a Dios por la oportunidad que tuviste de haber vivido la experiencia que ahora quieres cerrar. Evalúa lo que te aportó. Cada vivencia es elegida por nosotros mismos para despertar y cada encuentro con otra persona conlleva un propósito de aprendizaje. Permíteles a tus ángeles que te colaboren con esto. Invoca también su ayuda para que elabores una lista de todos los beneficios que obtienes al cerrar ya y cortar sanamente. Por lo menos anota 27.
En estos días de cambios internos y externos, tus gustos e intereses se transforman, así que es probable que ciertas actividades ya no te gusten o algunos amigos ya no resuenen contigo y ya no te sientas bien a su lado. No te preocupes por eso, es natural. Agradece también de antemano que nuevas personas y oportunidades aparecerán y celebrarás momentos muy especiales.


Amate
Por amor propio no le des más vueltas al asunto y no dejes cabos sueltos, sostenidos falsamente por la expectativa de una posible marcha atrás. Invoca a tus ángeles y pídeles que remplacen eso que hoy entregas por algo mejor. De ninguna manera pienses en: “¿qué tal si cierro y no puedo encontrar algo o alguien? Destierra ese tipo de ideas porque solo empeoran la situación y sustitúyelas con afirmaciones positivas que ratifiquen tu merecimiento. Otra sugerencia angelical es que te desligues también de recuerdos y objetos que te conecten con el evento o persona en cuestión. No guardes nada.
Sin importar la naturaleza de la circunstancia que quieras cerrar, hazlo. No es lo que fue (por más maravilloso o mágico que haya sido) ni lo que podría llegar a ser, lo único importante es lo que es hoy. Y si ahora ya no funciona, no existe, ámate y recupera el espacio energético que le estabas otorgando. Ábrele campo a lo nuevo, pero no corras a llenarlo con lo primero que aparezca. Date un tiempo para asimilar.
Trátate con consideración (no la confundas con lástima) y no insistas en dilatar y darle vitalidad a algo que ya no posee fuerza. Cuando una etapa llega a su fin, otras luminosas se aproximan. Si cierras ésta desde el amor con aceptación y gratitud, el camino que se te muestra al frente estará bendecido por Dios y custodiado por tus ángeles. Adelante, continúa, pasa la hoja, cierra este capítulo y sigue la aventura que significa vivir.
Renace, busca un nuevo trayecto. Solo tu puedes romper tus cadenas, nadie puede meterse en tu mente y tomar decisiones por ti. Con la ayuda de tus ángeles de la guarda, el ángel Mumiah y los arcángeles Zadquiel y Azrael, libera las condiciones y las personas y tu serás el primero que recobre la libertad. El sendero de tu evolución es iluminado y eterno, como eterno es el amor de Dios Padre y los ángeles.
Para terminar, te comparto esta oración de liberación y cierre:
“Querido Dios y seres de luz: hoy suelto lo que no corresponde a mi presente. Me perdono por haberlo retenido más del tiempo necesario. He decidido que ya no quiero aprender más desde el dolor y el drama. De ahora en adelante elijo al amor en todas mis experiencias. Por mi libre albedrío, recupero mi libertad y te libero (pronunciar el nombre del evento o persona). No me aprisiono más ni lo hago contigo. Hecho está”.


Eres un ser MEN:
Maravilloso.
Espléndido
Notable

LA VIDA ES HOY 

domingo, 20 de septiembre de 2015

TE REGALO LO QUE SE TE ANTOJE

Te Regalo lo que se te antoje (Autora: Conny Méndez)
Escribe en un papel, y en orden de importancia para ti, todas las cosas que tú deseas y sin temor de pedir demasiado, pues la fuerza que te voy a dar a conocer no sabe de limitación.
Lee tu lista al despertarte y antes de dormir.
Piensa a menudo en tus deseos. Goza imaginándolos, y siempre que los recuerdes di: “Gracias Padre que ya has dado la orden de que me sean conferidos!”.
No le cuentes a nadie lo que estás haciendo. Esto es muy importante porque si lo comentas con alguien, se disipa toda la fuerza y no verás realizados tus deseos. Eso es todo. Ahora...

Para mayor satisfacción tuya, sé espléndido contigo mismo. No digas en tu lista que deseas una casita “Aunque sea chiquitita...”. Pídela del tamaño que te convenga y te agrade plenamente. Si es dinero, menciona la suma, si es trabajo indica qué clase, el sueldo al que aspiras, las condiciones y la localidad más conveniente para ti.

En tu primera lista pon cosas sencillas para que te vayas acostumbrando tú mismo a ver caer y ocurrir maravillas, pues como jamás has hecho esto, no vas a creer que sea posible, y te advierto que esta duda te puede costar el que no veas lo que has pedido. Es natural que te vengan dudas y desconfianza porque la idea es muy nueva para ti. Pero cuando sientas escepticismo, pesimismo, etc., saca tu lista, reléela y da las gracias de nuevo. El dar las gracias por lo que aún no se ha visto es la forma más positiva de manifestar la fe. Lo recomendó Jesucristo en varias ocasiones, como tú recordarás, notablemente antes de alimentar a cinco mil personas con cinco peces y cinco panes, cuando miró hacia el cielo y dio las gracias en el momento de partir el primer bollito de pan.



LA VIDA ES HOY

domingo, 13 de septiembre de 2015

Cambia tu vida: El Mundo sin quejas de Eckhart Tolle

Cambia de forma de ver las cosas, y las cosas cambiarán la forma. Si algo no te gusta – cámbialo Si no puedes hacerlo cambia tu actitud y NO TE QUEJAS lo único que ganamos de quejarnos es sentirnos cada vez peor.
Quejarnos se convirtió en una pandemia (si no es el clima, es el tránsito, la inseguridad, las mentiras de políticos, la salud, el dinero que no alcanza etc) Cuando criticamos, nos quejamos o juzgamos algo o alguien, emitimos una energía discordante. Esta energía, por la Ley de Atracción será devuelta a nosotros multiplicada. Además, alimentamos aquello de lo que nos quejamos y lo hacemos más grande.
Con la queja te conectas a campos morfo genéticos de baja energía, que te debilitan, haciéndote más vulnerable a enfermedades, conflictos sociales y carencias. Por el contrario la GRATITUD conecta a campos morfo genéticos de mayor energía, en los niveles en que el poder personal se desarrolla.
En julio del 2006 Will Bowen propuso a su comunidad El reto de 21 días con el propósito de ayudar a eliminar cualquier rastro de queja o lamento y sus nocivas consecuencias para el individuo.
Su propuesta fue simple: los participantes debían colocarse una pulsera morada con la leyenda UN MUNDO SIN QUEJAS y mantenerse durante 21 días sin emitir ningún tipo de queja o crítica, ya sea:
me duele la cabeza
nada me está saliendo bien
Si durante este periodo los participantes emitían algún lamento debían cambiarse la pulsera de muñeca y volver a empezar La mayoría de los participantes logró superar el reto, pero con un mínimo de 5 meses, un tiempo que evidencia la presencia de la cultura de la queja en nuestras vidas.
Un reto que cambiará tu vida y la de tus semejante.
Te proponemos asumir este reto de 21 días: - sin quejas - sin críticas - sin chismes si lo logras, harías en tu vida un paraíso sin enfermedades. Tendrías: - mejor ánimo - menos dolores - mayor autoestima Serías una persona más feliz y armoniosa ¿Crees que puedes aceptar el reto? 6 millones de personas ya lo han logrado desde 2006 que Will Bowen lanzo la campaña en EEUU. Cada día se suman más personas a este reto para lograr un mundo mejor. Muchas personas que participan del reto, que decidían no quejarse demasiado, se dieron cuenta de lo hacían con un promedio de 20 veces al día.
La propuesta es que desde este momento en delante asumas el compromiso de dejar la queja y la reemplaces por la GRATITUD, así como mantente observando tus pensamientos y palabras y cada vez que te descubres quejándote, expresa un agradecimiento a la vida, al trabajo, la salud o cualquier otra cosa que puedes agradecer de corazón siempre tendrás algo para agradecer.
Cada vez que emitas una queja tendrás que volver a empezar la cuenta de los días desde uno. Pensar una queja o crítica y no la digo. ¿También cuenta? Por suerte NO. Solo las palabras que salen de tu boca son las que cuentan en este caso.
Quienes lo han logrado reconocen que no es para nada fácil, pero después de las 3 semanas o más, que tardes en lograr la meta, dejas inclusive de criticar por la mente.
¡Adelante! acepta el reto que si puedes y vive la GRATITUD como una experiencia que se siente y asciende a un mayor nivel de conciencia y despertar, donde el panorama de la vida será más amplio y amable contigo. No hace falta que pongas una pulsera morada, utiliza lo que te resulte más cómodo. Una piedra en el bolsillo puede ser útil.
La importancia es darnos cuenta y al cambiar la pulsera de brazo nos permite tomar conciencia que hemos recaído en la queja. Así que debemos cambiar de brazo la pulsera, o de bolsillo de la piedra y comenzar nuevamente a contar 21 días. ¿Por qué 21 días? Los científicos dicen que nos toma 21 días en crear un hábito, y como quejarnos es habitual para la mayoría de nosotros, nos tomará 21 días para dejar ese hábito y que aparezca uno nuevo la GRATITUD.
Quejarse no debe confundirse con la crítica constructiva a través de la cual le haces saber a alguien que ha cometido un error o que tiene alguna deficiencia de modo tal que puede mejorar. Y abstenerse de quejarse no necesariamente significa soportar malas conductas o actitudes. No hay nada de malo en decirle al mesero que tu sopa está fría y que necesita ser calentada, si te ciñes a los hechos que son siempre neutrales. ¿Como te atreves a darme la sopa fría? Eso es quejarse.

LA VIDA ES HOY 

domingo, 6 de septiembre de 2015

Crees en el Karma?

Yo si. Pienso que vinimos a esta vida a a pagar algo pendiente de otras vidas. Vinimos a aprender, a evolucionar. Al nacer nos borran todo lo que vinimos a trabajar, luego se nos presentan situaciones que no sabemos como manejarlas, o no las entendemos. Ahí entra el libre albeldrío; está en nosotros hacerlo lo mejor posible para saldar la cuenta pendiente. Está en tí saber llevar la situaciòn..  Esto es un aprendizaje, por eso tenemos, debemos hacerlo lo mejor posible. Es como cuando estás estudiando en un colegio, universidad;  hay materias que estudiar para aprender, y mientras no logremos entenderla y pasarla no podemos seguir adelante en nuestra carrera. Así pasa en la Universidad de la Vida venimos aprender para ascender, y  no puede quedar deficiente; pués, se nos presentará escenarios relacionados con dicha materia, para aprender todo con respecto a ella.
Existen votos kármicos que son decretos de obediencia que hemos hecho en vidas pasadas. Especialmente cuando entramos a formar parte de órdenes religiosas o iniciáticas o cuando, debido a experiencias traumáticas que vivimos,  juramos “No volveré a…” o “De ahora en adelante y por toda la eternidad…” y cosas por el estilo. ¿Por qué conviene revocarlos? Porque algunos de ellos siguen actuando hasta el tiempo presente y nos obstaculizan la vida actual o nos impiden gozar de aquello a lo que prometimos renunciar. Por ejemplo, no te permites tener dinero si te tomaste muy en serio tus votos de pobreza en otra encarnación; o no acabas de disfrutar del sexo sin culpa con tu pareja por tus antiguos votos de castidad y celibato, entre otros.
También pudieramos haber cometidos algo equivocado en contra de alguién, pudieramos haber hecho mal, y de una u otra forma venimos a arreglar eso, que en alguna oportunidad causó daño; y ahora venimos a pagar este mal hecho.
Por ello tenemos que sobrellevar algunas situaciones que se nos presentan para ir pagando ese Karma.

Realiza un ritual o una meditación especial en la que solicites la ayuda de tu Yo Superior y el de tu Alma, de tus guías y maestros espirituales y de todas aquellas almas de todos los involucrados en los contratos que has establecido en vidas pasadas y en esta también  Después lee en voz alta el texto de revocación cuantas veces quieras hasta sentir en tu alma que en verdad ya te has liberado. Entonces fírmalo y después quema el papel y olvídate del asunto.
En caso de que los bloqueos persistan puedes volver a realizar la revocación hasta en tres ocasiones, aunque normalmente funciona a la primera.
Revocación  de Votos Contraídos en Vidas Pasadas: 
Pido perdón a Dios, a mi conciencia y a quien corresponda por las veces que maté o sacrifiqué a seres animales o humanos con o sin su permiso en nombre de Dios o en contra de Dios.
Pido perdón a Dios, a mi conciencia y a quien corresponda por todos los actos en contra de la vida que he realizado en ésta y en otras vidas o momentos de mi existencia, contra mí o contra cualquier ser vivo.
Yo me libero de todos los votos contraídos en ésta y en otras vidas o momentos de mi existencia.
Renuncio y me libero de todos los votos relacionados con la pobreza.
Renuncio y me libero de todos los votos relacionados con la castidad.
Renuncio y me libero de todos los votos relacionados con la flagelación y el autocastigo.
Renuncio y me libero de todos los votos de limitaciones relacionados con la alimentación.
Renuncio y me libero de todos los votos de morir en nombre de Dios.
Renuncio y me libero de todos los votos de matar en nombre de Dios.
Renuncio y me libero de hechizos realizados por mí en contra de personas.
Renuncio y me libero de algún mal causado a otro ser en esta vida y en vidas pasadas.
El día de hoy me perdono a mí mismo y decreto que de aquí en adelante:
Me permito experimentar prosperidad y abundancia en todos los aspectos de mi vida.
Me permito recibir dinero por cualquier actividad que desempeñe como medio de subsistencia.
Me permito experimentar deleite con los alimentos en la forma y cantidad que desee ingerirlos.
Me permito gozar de una sexualidad sana y plena.
Me permito tener y disfrutar todo lo que desee en conformidad con mi Plan Divino.
Por el poder de Dios que hay en mí, amén, amén, amén.
Acuérdate también tenemos memoria celular; traemos genes que nos causan algunos desequilibros; y que a veces estamos siendo leales con algunos ancestros. Pero esto es otro tema.

Recuerda:
LA VIDA ES HOY

LA VIDA ES HOY